sábado, 13 de junio de 2009

Una RX en lo incierto...

No soy lo que hago, sino que hago en partes lo que soy. Con respecto a esto solo le debo la aptitud a la capacidad de adaptación frente a los diversos escenarios por los cuales deambulo.
No me conformo jamás con poco si no es el máximo de un propio potencial. Me manejo entre líneas que podrían llegar a ahogar a cualquiera, pero no encuentro otra manera de vivir sin el filo que me aprieta y me condiciona a avanzar.
No encuentro la felicidad en lo rebuscado sino en lo simple que se rebusca por no desfallecer.
Navego entre grupos que de humanos pocos adoptaron. Me sitúo como espectadora frente a la red de las relaciones basadas en conveniencias. Mera hipocresía con desvalorización propia de la cual me río y a la vez siento una profunda lastima.
Corro tras el tiempo, saltando las agujas cuan corriente eléctrica, tratando de entender de que sirve lo que hago, lo que todos hacemos. Pero siempre llego al mismo callejón sin salida de suponer que el fin esta solo sujeto a la posibilidad de ser reconocido en el tiempo, porque aprendí que lo único inmortal es el conocimiento que puede ser transmitido en formas diversas y así perpetuarnos.
Nacemos de un largo y complejo proceso al azar y crecemos de acuerdo a quienes fortalecen y/o “confirman” nuestros actos como normales, enmarcándonos para la vida que yo dejaría sujeta a cada uno en lo que respecta al sentido y su función.
Hoy solo suspiro preguntas que las ganas no avalan para profundizar, por lo cual me siento cómodamente a esperar el siguiente tren en una estacion que no tengo clara en lo absoluto…

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