domingo, 19 de abril de 2009

Las razones de una pasion...

Sin sentido un día te acercaste a mi, sin sentido te tome y danzamos tras alguna cascada gris las pinceladas de una historia…
Con el tiempo nos hicimos íntimas y dejaste de acercarte tímida para reposar junto a mí en las buenas y más aun en las malas donde lloraba por tu presencia y escapando de las tristes realidades nos escondíamos en algún cómplice rincón de mi vieja Pellegrini o sobre las escaleras que ahora son sólo ruinas que albergan recuerdos de lo fuerte que crecimos.
Ya no me buscabas, era yo quien corría a tu encuentro por ser los hombros que no tenia, el pañuelo que faltaba y los brazos en los cuales buscaba descansar tras cada picardía, cada relato o simplemente tras cada pedazo de vida que nunca me anime a gritar porque era tuya la exclusividad de mi voz…
El tiempo paso, dejaste de tener noticias mías…
Cada tanto te paseabas frente a mí buscando la contrapartida en mi mirada. Tus lágrimas caían por el abandono que sufriste y yo nunca me percate, que en aquellos momentos era yo quien no estaba… te decepcione.
Los meses en principio, los años luego y sin embargo tu mirada tras mis pasos sin siquiera reprocharme cuando sin pudor puedo reconocer que me olvide de ti en el camino de un amor que recién mostraba sus frutos.
Hoy no hay demasiado que aclarar, sabias el final…
Esta vez no viniste a mí, esta vez con la cabeza gacha fui a pedirte perdón por el abandono sufrido, cuando solo vos pudiste ver la transparencia de los hechos sin mirarme con un dejo de deja vu en lo que a mi vida respectaba.
Desde esos días te tome para nunca mas soltarte, desde el día en que una sombra me mostró con sus palabras que no existe el pudor donde prima el arte de expresión.
Convencida estoy que la vida es una bolsa de ciclos. Todo te enamora, todo te seduce y todo acaba dejando una marca que con orgullo exhibimos de lo mucho que vivimos y sentimos alguna vez.
Pluma, pluma en la vida.
Pluma que liviana absorbe los pesos de mi vida, desahogando, y fortaleciendo lo que tímidamente llamamos “vivir”…
Pluma serás para quien te lea y quien te roce, pues nunca escaparas de la fisonomía que por suerte te toco.
Una amiga serás para siempre, sabiendo que volveré a correr, me miraras de lejos y con el tiempo volveré buscando tras tu danza la señal de las etapas que son inútiles recavar pues son enseñanza solo luego de un cierre…
Me veras correr, me dejaras colapsar. Veras los pasos, uno a uno, del ciclo que nos marca. Pero tendrás esa ínfima pero poderosa certeza de saber que jamás dejaremos de danzar...

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