Quien les habla es el Teniente C.. de I.M quien desudadamente en esta circunstancia viste el uniforme de campaña.
Mientras nos vestimos apresuradamente tejemos diversas conjeturas...
Si bien es cierto que desde meses atras anidaba en nuestra Escuela la atmosfera propia de la inestabilidad del gobierno constitucional a causa de su enfrentamiento dictatorial y despodico, nada hacia en nosotros preveer que esa noche del 16 de Septiembre participariamos del principio del fin de un periodo ingnomiñoso[...].
Son las 03.17hs...
Las persianas de los cuatro dormitorios que albergan seiscientos cadetes estan bajas...
Los imaginarios de turno encargados de la guardia, a una orden prenden todas las luces donde los cadetes duermen.
De inmediato mientras nos levantamos, una voz conocida ordena atencion y nos dice que de inmediato debemos formar por años en el Pasadizo de las Batallas...
No era por cierto una atmosfera belica amigable en nosotros lo que invadia el animo general, sino mas bien deseos de penetrar en lo incierto con el espiritu deseoso de romper la ferrea rutina disciplinaria que comun a todos nuestros datos diarios, en este momento, mostraria los efectos de temple y aptitud hasta entonces adquiridos[...].
No podemos tampoco culparnos de irresponsabilidad por el solo hecho de no preveer los acontecimientos ni estar preparados eficazmente para un combate, pues de por si nuestra causa, aunque sea paradogica la refutacion, no era precisamente un enfrentamiento de fuerza sino de bandera dentro de la Marina de guerra.
Lo rigido de nuestro horario y lo tradicional de las constumbres dentro de Marina, hacen que podamos ubicar la iniciacion del Combate del Rio de la Plata a la hora del "sandwich de las 10.00hs".
(Fieles fragmentos de quien me forjo durante años bajo una singular disciplina y un sentimiento inigualable... Gracias Pa!)
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