Resignada...

Nunca recorrí tu cuerpo, pero cada centímetro de tu piel tiene mis huellas…
Jamás tuve el placer de penetrar esos ojos tan deseosos de ser descubiertos y sin embargo vaya si los conozco…
Me privé de esos abrazos, de esos besos… sin embargo llevo en mis labios toda tu esencia.
Y asi, en medio de una profunda resignación, me obligue a mantenerte lejos… pero el tiempo hizo lo suyo y hoy estas más cerca que nunca…
Intercambiamos charlas, momentos, y discusiones sin sentido en un marco de miradas abstractas y siluetas en sombras…
Recorrimos todos aquellos temas que suponían un mayor conocimiento del otro, fuimos descubriéndonos día a día con todo lo que eso significaba hasta que juntos caminamos por la delgada cornisa de no hablarnos mas…
Quizás por miedo, por bronca o por la incertidumbre de no saber que se escondía detrás de sentimientos reprimidos y disfrazados por el orgullo más inquebrantable que podía diseñarse…
Y a veces me toca voltearme y mirar al pasado, un pasado del cual no paso demasiado pero que fue suficiente para conocerte, para conocernos…
Asi caigo en un juego de risas y confusión donde el temor a sufrir se apodera de mi mente cuando mi corazón pide a gritos verte…
Entonces no me queda opción más que asentir a esta mente y concientemente engañarme, para asi evitar un mal mayor, cuando muchas veces no puedo resignarme, porque te necesito y lejos estoy de una pulsión animal…
Nunca nos conocimos, pero llevamos una vida juntos...
Nunca te vi y sin embargo te quiero…