Arrancamos?? Claro que si..!

Principalmente y antes que nada quiero agradecerle a una persona que se cruzo en mi vida en el momento justo en que dejaba de creer en quienes me rodeaban y sin saberlo quizas, me motivo a abrir una de mis puertas de expresion que tenia cerrada hace tiempo... eternamente agradecida!
Este es, tal vez, mi primer paso si de publicar se trata y quiero empezarlo con una JATAKA que le dedique a una persona muy especial.. ahi vamos!
Muchas veces no me quedaron mas que lagrimas en los ojos y algunos apagados suspiros por la simple resignación de lo que no volvería jamás…
Ni hablar de tantas otras que con bronca, una bronca que con el tiempo entendí era normal, me paseaba y esperaba que todo volviese a ser como antes, pretendía que el mundo me diera las respuestas a todas aquellas preguntas que mi alma gritaba, pero sin embargo ya no había retorno… ya nada volvería.
Etapas…etapas? Diría que si... todas en su momento formaron parte de MI proceso psicológico y luego de un tiempo solo me limito a observar el pasado sin entender del todo mis reacciones un tanto bipolares y hasta a veces dejando escapar una sutil risa por el mero desconocimiento de mi persona en aquel momento...
Sin embargo con el tiempo, solo con ayuda de el, supere con orgullo y brillo en mis ojos el dolor de aquel duelo...Aprendí que con el correr de los meses o tal vez los años mi dolor se iba apaciguando y si bien nunca olvidaría ya no quedaban signos de bronca ni preguntas sin respuestas... Solo recuerdos de lo maravilloso que vivimos y una vulnerabilidad latente a otro amor. Y a pesar de que las lágrimas derramadas no cuantifican el amor por una persona sabré siempre que la ame, y la seguiré amando a pesar de no estar mas a mi lado…
Con mas auto-convencimiento que nunca puedo afirmar que un quiebre en nuestras vidas se lleva todo lo que no fue, pero lo que alguna vez disfrutamos jamás lo perderemos….
Por ultimo... “….Amar al otro es renunciar a poseerlo, incluso muerto; renunciar a que vuelva, descubrir que sigue estando ahí, en un silencio que ya no nos causa pavor, en un desierto que se hace acogedor de lo más valioso que tenemos, lo esencial de lo que permanece cuando ya no se puede nada.”
(JEAN-YVES LELOUP)